29 oct 2012

Demonio # 782

La maldición de vivir en una calle con nombre de poeta, cuyos libros no ha leído ninguno de sus inquilinos. Una sociedad hipócrita que sólo alaba a los artistas como recurso del alcalde para paliar su falta de imaginación, para tapar su ignorancia, su pino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario