3 ago 2011

Demonio # 426

A veces –pero sólo a veces– un buen silencio vale más que una blasfemia. El silencio de alta calidad, pronunciado en el momento adecuado... es capaz de las más elevadas hazañas. Hay silencios más grandes que la fe; según los especialistas, es la mejor de las músicas posibles. Un silencio así mueve montañas.

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