Demonio # 331

¿Cómo funciona un bocadillo?

Demonio # 330

Deseo: complemento del gafe. Siempre que he deseado cosas buenas han pasado cosas malas, por eso hace tiempo que ya no deseo.

Demonio # 329

Cada vez que muere un árbol nace un hombre, una sombra.

Demonio # 328

De la estopa al teflón, de la masilla a la silicona: evolución metafísica de la fontanería en el siglo XX.

Demonio # 327

¡Qué ironía! Las luces de Navidad parecen coronas de espinas.

Demonio # 326

Memoria: exilio de la sabiduría.

Demonio # 325

Tú tira la bola, siempre encontrará una pared contra la que estrellarse.

Demonio # 324

Ya superé aquel tiempo en el que me preocupaban los cimientos, ahora estoy sumido en el puro interior puro.

Demonio # 323

Viajar: esperanza de ir y no volver.

Demonio # 322

Me queda tan lejos este mundo vuestro... no hay más que mirar la forma que tenéis de tratar el sexo, con las putas y todo eso.

Demonio # 321

Hay un rumor queriendo anidar en el pecho, un susurro de agua cada día... aunque el futuro huela cada vez más a perro.

Demonio # 320

¡El fondo del mar! ¿Qué haría el hombre intentado sobrevivir ahí? El ridículo…

Demonio # 319

Complejo: necesidad de pasar en rojo los semáforos para sentirse especial, con tu bólido asesino de matanzas en potencia... ser solamente un imbécil jugando a Muerte (de mentira). Acelerar sin medida y música a tope, sólo para que se llenen de miradas ventanas y balcones.

Demonio # 318

Aquí los charcos se disfrazan de suelo.

Demonio # 317

Con frecuencia pensaba «no puede ser» y aguardaba el instante en que todo cambiara sin motivo aparente (como lo había hecho tantas veces) y dejara de ser
aquello que «no puede ser». Ese instante en el cual parece que no llega nunca el ansiado cambio, vital... hace que el mundo quede suspendido en el aire, de
igual forma que la fuerza de la gravedad indulta al bañista que se abandona al mar en la cresta misma de la ola, tan efímera.

Demonio # 316

El dinero, ese mal necesario… para sobrevivir.

Demonio # 315

Lo que hago es lo que he hecho, no lo que dicen que he hecho.

Demonio # 314

Un chaparrón o el viento de abril a veces nos regalan el milagro de ver al mundo lloviendo flores.

Demonio # 313

Tan pronto me haces el más feliz como el más desdichado de los hombres.

Demonio # 312

Posmodernidad: cabezas llenas de ideas vacías, burbujas de plástico acolchando cerebros desperdiciados.

Demonio # 311

Parece una hazaña o una esperanza, sin embargo es una lástima cuando digo que llevamos consumidas ya las dos terceras partes del invierno...

Demonio # 310

No me lamo la mano.

Demonio # 309

Macho: el único animal que tropieza dos veces con la misma hembra.

Demonio # 308

Lo importante no es la puerta, es la llave.

Demonio # 307

Jarana: fiesta y trampa, que por desigual nos tientan; es como el tabaco, el alcohol, el amor o la vida misma: un placer que nos lleva a la perdición, pero en cuya ausencia todo se vuelve insulso y anodino como el ‘esplín’. El abismo mismo, atracción de adrenalina y placer de cualquier autodestrucción.

Demonio # 306

Esa necesidad de imponeros a los demás en cualquier situación sin importancia, delata vuestros complejos: el egoísmo de quien se siente inferior.

Demonio # 305

Continúa con tu amargura... yo sólo tendré la frustración de no haber sabido quitártela del rostro...

Demonio # 304

Afán: esencia del hombre, encaminada siempre a extinguir: razas, especies, incendios…

Demonio # 303

¿Quién no ha sucumbido alguna vez entre las garras de una gallega? No respondas, que se te verán los dientes de rata.

Demonio # 302

El futuro huele cada vez más a perro, aunque haya un rumor como de agua cada día queriendo anidar en el pecho.